•Capitulo 65•
-Hola-grito la pequeña mientras corría a mi lado y me abrazaba las piernas, con dificultad y mucho cuidado de no golpearla en el proceso de colocarme en cuclillas, me moví y la envolví en mis brazos. Esta niña era perfecta.
-Hola bonita-dije desparramando su cabello.
-Hola-dijo Helenna mirándonos con ternura, tome a Mandy entre mis brazos y la alce.
-Hola Helenna, gracias por esto-sonreí tocando la nariz de Mandy- ¿Erik?
-Volvió…-desvió la mirada- no ha dejado a tu madre-aclaro.
-Oh…-la mire y luego a Mandy- lo lamento.
-No te preocupes, yo sabía en lo que me metía-comento con tristeza.
-No pienso mal de ti-dije sonriéndole- Ahora… ¿quieren un helado?-mire a Mandy quien asintió mostrando algunos de sus dientitos.
-Claro que si-dijo Helenna.
-Yo invito-dije bajando a Mandy. La niña tomo mi mano y nos guio al otro lado de la plaza, a la heladería.
Compramos los helados y nos encaminamos al área de juegos, donde Mandy comenzó a correr y a jugar mientras Helenna y yo nos sentábamos a verla jugar, saque la cámara y tomaba algunas fotos, pero sentía la mirada de Helen sobre mí, me voltee y la mire, ella estaba mirándome sonriente.
-Realmente no lo entiendo-negó con su cabeza.
-¿El qué?-pregunté con curiosidad.
-Que tu gemela sea Lenna-miro a Mandy- son tan parecidas-comento sonriendo- hablo de Mandy y tu-me miro a mi ahora- no lo sé, siento que te veo y la veo a ella de grande…
-Espero que no-torcí mi boca haciendo una mueca.
-¿Por qué lo dices?-me miro interrogante.
-Erik… me golpea, sufro de violencia familiar, soy la única, mi padre… me golpea-mis ojos se llenaron de lagrimas- Lenna me hizo tanto desprecio y odio que me llevo a odiarme a mí misma, no bastaba con que nuestro padre, nuestra madre y ella me odien, también en el colegio, sufrí de bullyng, claramente comenzó Lenna. Soy anoréxica, me llevo al abismo, a odiarme a mí misma. Me auto-flagelo, llegue a jugar una guerra para matar lo que habitaba dentro de mí, cuando lo único que había era yo… Michael… Michael es el único que está conmigo-solté mis lagrimas.
-Lo…lo lamento, no lo sabía.
-No te preocupes-limpie mis lagrimas mientras mi voz se quebraba. Sentí unos brazos rodearme, Helenna me abrazo haciéndome acurrucar en sus brazos, un abrazo que siempre necesite, el de una madre. Pensar en eso me hizo sollozar aun más fuerte, dejando que todo el dolor fluya lejos de mí, salga de mi cuerpo. Tal vez todo lo vivido tenía un sentido ahora, tal vez, estaba preparada para ser amada y para amar, para amarme, tal vez dios puso a Helenna y Mandy frente a mi aquel día para que pueda tener una familia, la familia que siempre quise.
-Somos tu familia Sky-dijo Helenna, sonreí entre llantos, sintiéndome orgullosa de aun estar en este mundo, mi mente suicida me había hecho pasar tantas malas jugadas, pero ya casi termina, estoy a tres casillas de terminar el juego, de ser feliz, solo a tres casillas.
Entonces te das cuenta, toda la guerra estaba perdida, cuando uno juega contra uno mismo, contra su propia vida sale perdiendo, cuando todo pende de un hilo, tiene a cortarlo pensando en salvarle, cuando canaliza el dolor en cortes, sangre, en llanto… en más dolor, no hace más que matarse a uno mismo, tal vez con la esperanza de matar al “demonio” que cree que vive en su lugar, tal vez por matar al “monstruo” que cree que es. Tal vez, solo tal vez, no piensa en nada, más que en esas palabras que quedan marcadas en su alma, en su corazón.
Uno no juega contra la vida, uno juega con la vida, en vez de mirarse parado, analizar el camino y avanzar con cuidado, solo tiene a tropezarse torpemente con lo primero que encuentra o consigo mismo, tiende a tirarse antes de ser tirado, a dejarse pisar, a no enfrentarse, a no enfrentar a otro, si uno grita y no es oído, si uno llora y no es consolado, se hará fuerte, puedes seguir sufriendo o dejar ese dolor y seguir adelante, nada sale como queremos al primer intento, tal vez, se necesite 15 o 20.
Entonces mire mi vida… tuve más intentos de suicido que intento se salir adelante y eso era lo que iba a hacer. Salir adelante jugando un juego de estrategia contra el dolor.
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